Apr
12
El millonario Filántropo
El millonario filántropo
Daniel Manzano Diosdado
Era un día normal en mi aburrida vida. Hacía ya más de cinco años que estaba en la residencia de ancianos. Nunca pasaba nada. Mi vida no era más que una lenta espera, espera del día en que me acostara y no me volviera a levantar. Mi mayor excitación en ese momento era pensar que ese día tocaba pudding de postre en el comedor.
- Walter, cuéntale a mi hijo eso de que eras millonario y que lo perdiste todo. -Me dijo uno de mis compañeros, un octogenario bastante lúcido, al menos bastante lúcido en comparación con los demás.-
- Otro día, John. Voy al comedor.
Así eran todas mis conversaciones día tras día. No me gustaba la televisión, ni internet, lo único que me entretenía era leer la prensa todas las mañanas.
Daniel Manzano Diosdado
Era un día normal en mi aburrida vida. Hacía ya más de cinco años que estaba en la residencia de ancianos. Nunca pasaba nada. Mi vida no era más que una lenta espera, espera del día en que me acostara y no me volviera a levantar. Mi mayor excitación en ese momento era pensar que ese día tocaba pudding de postre en el comedor.
- Walter, cuéntale a mi hijo eso de que eras millonario y que lo perdiste todo. -Me dijo uno de mis compañeros, un octogenario bastante lúcido, al menos bastante lúcido en comparación con los demás.-
- Otro día, John. Voy al comedor.
Así eran todas mis conversaciones día tras día. No me gustaba la televisión, ni internet, lo único que me entretenía era leer la prensa todas las mañanas.